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Simplicidad en el diseño


Hablar de la importancia de la simplicidad puede parecer obvio. Pero la importancia de la simplicidad se basa en el entendimiento profundo de lo que se quiere transmitir y en la capacidad de hacerlo de manera clara y objetiva, es decir en conseguir mayor pregnancia con un mínimo de elementos.

Cuando se consigue resolver un problema de forma sencilla se suele hablar de una solución elegante. Un diseño complicado, aunque resuelva la cuestión, requiere un exceso de energía y tiempo por parte del usuario.



La simplicidad tiene algunas ventajas notables, que Mullet y Sano en el libro "Visual Design" resumen de la siguiente forma:

1.Proximidad: Los diseños sencillos son más fáciles de entender y favorecen el uso inmediato y la exploración exhaustiva de los recursos del diseño.
2.Sencillez: Son más fácilmente reconocibles y asimilables ya que presentan menos información visual superflua.
3.Inmediatez: Los diseños sencillos tienen un impacto mayor precisamente porque su facilidad de comprensión los hacen inmediatamente reconocibles con un esfuerzo consciente mínimo.
4.Usabilidad: Por todo lo anterior suelen ser también los más fáciles de usar.

Quienes también nos proponen tres principios:

•Unidad: los distintos elementos de un diseño han de producir un todo coherente íntimamente ligado al propósito que se persigue
•Refinado: Las partes se han de refinar con el objetivo de llevar la atención del usuario a sus aspectos esenciales eliminando lo accesorio o artificial.
•Ajuste: de la solución al problema de comunicación que se pretende resolver.

La elegancia y el interés por la simplicidad tienen un componente cultural sobre todo en la vertiente artística del diseño, si pretendemos conjugar función y diseño de forma efectiva hoy en día no podemos ignorar la simplicidad.

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